El equipo Junior ha impuesto una sanción a Jorge Dua.

La comisión arbitral convocó una reunión especial este jueves con todos los árbitros del fútbol colombiano para evaluar los acontecimientos ocurridos durante el partido entre Millonarios y Junior.

En mis más de cuarenta años en la industria de los medios, he observado que el fútbol siempre genera controversias recurrentes. Específicamente, el caso del Junior de Barranquilla suele amplificarse debido a incidentes durante los partidos y decisiones arbitrales, siendo objeto de críticas y comentarios negativos, especialmente de aquellos que tienen resentimientos hacia el equipo, sus propietarios, su afición e incluso la ciudad misma. Esto contrasta con la actitud hacia otros equipos, donde se consideran los errores arbitrales como parte normal del juego y se superan rápidamente.

Los costeños somos percibidos como regionalistas, mientras que otros se ven como universales. Existe una tendencia a no reconocer la pasión y la lealtad de los verdaderos aficionados, como si su conexión con un equipo desde la infancia careciera de importancia.

Aunque en esta ocasión se han expresado críticas y comentarios sesgados hacia el Junior, es importante señalar que el árbitro Jorge Duarte ha recibido una sanción y estará fuera del arbitraje por un tiempo. Personalmente, no celebro esta situación, ya que detrás de cada persona hay sueños y planes profesionales.

Duarte reconoció su error después del partido entre Junior y Millonarios, al darse cuenta de que su decisión tuvo un impacto significativo en el juego. Aunque hubo tensiones con otros involucrados, como Richard Ortiz, del Quindío, la Comisión Arbitral respaldó la crítica al desempeño de Duarte durante el partido.

Las críticas y los comentarios negativos lanzados contra el Junior son parte de una dinámica recurrente, pero en este caso, la corrección de la Comisión Arbitral confirma la deficiente actuación de Duarte, desmontando argumentos contrarios basados en resentimientos hacia el equipo barranquillero.