Joselu se destacó como el protagonista de otra memorable remontada del Real Madrid.
Dos goles del delantero fueron clave para que el Real Madrid venciera al Bayern Múnich 2-1 y avanzara a la final contra el Dortmund.
Joselu logró un doblete en un lapso de tres minutos mágicos, entre el minuto 88 y el 91, reviviendo al Real Madrid en otra remontada memorable que quedará marcada en la historia del club. Este logro premió a un equipo inquebrantable, capaz de sobreponerse a cualquier adversidad, incluso al borde del nocaut tras el gol de Alphonse Davies. La reacción fue liderada por Vinicius y potenciada por los cambios estratégicos de Carlo Ancelotti, todo en busca de la decimoquinta victoria en Wembley.
Desde el gol de Rodrygo ante el Manchester City en la última conquista de la Champions hasta la actuación de Joselu Mato frente al Bayern en esta nueva semifinal épica, estos nombres quedarán grabados en la eternidad como símbolos del éxito del Real Madrid en Europa. El equipo se ha ganado una bendición en la Liga de Campeones, mostrando una voluntad indomable que les permite superar cualquier obstáculo, especialmente cuando juegan en el Santiago Bernabéu.
La dificultad se intensificó a medida que el Real Madrid se acercaba al área rival, enfrentándose a una defensa alemana sólida e impenetrable. Fue solo a través de la astucia de Carvajal, en un momento en el que todos esperaban la salida del balón por la línea lateral, que el equipo encontró una oportunidad. El saque rápido de Carvajal encontró a Vinicius, cuyo disparo golpeó el poste antes de que Rodrygo desperdiciara el rebote. Neuer, desde el suelo, se alzó como vencedor al salvar al Bayern.
En la segunda mitad, Neuer se mostró como un portero imponente, especialmente cuando el juego giraba en torno a Vinicius. El brasileño se desempeñó en la banda izquierda, su zona habitual de desequilibrio, donde constantemente buscaba el balón y se convertía en un jugador decisivo. Tanto Kimmich como De Ligt tuvieron dificultades en las ayudas defensivas, ya que el partido se liberaba de las ataduras iniciales y los espacios comenzaban a abrirse. Esto representó un peligro constante para el Real Madrid, que se establecía en el campo rival en busca de oportunidades.
Se desencadenó un emocionante intercambio de golpes. Cada vez que Vinicius aceleraba y driblaba, el Bayern respondía con un avance liderado por Davies y un disparo de Kane que Lunin logró detener. El Real Madrid, a pesar de dominar y arriesgar, careció de la precisión que mostró en otros encuentros. Rodrygo estuvo cerca de marcar con un remate cruzado que Neuer detuvo de manera contundente en un tiro libre bien ejecutado.
A pesar del espectáculo ofrecido por Vinicius, no pudo convertir sus acciones en goles. Neuer detuvo con seguridad un potente disparo tras superar a dos rivales. De los nueve remates del Real Madrid, ocho provinieron de sus delanteros brasileños, pero faltó efectividad. Después de un aviso inicial de Musiala que permitió a Davies rematar (con Lunin bloqueando arriba), el gol llegó en el tercer intento de un jugador que ha dejado huella en el equipo blanco.
Lunin no pudo hacer nada ante el recorte y disparo cruzado imparable de Davies. Esto dejó al Real Madrid con 21 minutos para reaccionar, lo que llevó a Ancelotti a modificar rápidamente la estrategia. Camavinga y Modric ingresaron por Tchouaméni y Kroos, mientras se esperaba la entrada de un delantero centro puro que el partido exigía. Llegó un gol anulado por el VAR debido a un empujón de Nacho a Kimmich antes de que Fede Valverde disparara y Laimer desviara el balón hacia su propia portería.