Shakira hizo vibrar Medellín con sus icónicas caderas y la complicidad de Maluma

En su reencuentro con una ciudad que llevaba casi tres décadas sin estremecer con su música.

Este sábado, Shakira hizo vibrar Medellín con su energía y sus icónicas caderas, acompañada por Maluma como aliado en el escenario. La ciudad, que no la veía presentarse desde hacía casi 30 años, vivió un reencuentro memorable que definitivamente valió la espera.

Aquella joven de 19 años que en 1996 también pisó el escenario del estadio Atanasio Girardot, regresó a Medellín convertida en una artista imponente con su gira Las mujeres ya no lloran world tour. Ahora como una auténtica 'Loba', abrió su presentación con La fuerte y Girl like me, dejando claro que, a pesar de su evolución, mantiene intacta su esencia. Lo demostró al volver a sus raíces con clásicos como Estoy aquí y Antología, los mismos que compartió con la ciudad en su visita anterior.

"Medellín, esta noche somos uno", expresó la cantante de 48 años, revelando lo significativo que es para ella presentarse "entre estas montañas, con la gente que tanto quiero... esto es un regalo".

Con el concierto en pleno ascenso, Shakira apareció vestida de blanco y con guitarra en mano para interpretar Empire, dejando al descubierto su faceta más rockera. Fue entonces cuando Inevitable desató el clímax del público, sumergiéndolo en una ola de nostalgia y energía.

"Ya valió la pena la entrada", exclamó una asistente emocionada durante el primero de los dos shows que la barranquillera ofreció en Medellín. En ese momento, el escenario se tiñó de rosa para darle vida a Te felicito y TQM, esta última sin Karol G, pero acompañada por cuatro bailarinas que encendieron la tarima con esa fusión de “Barranquilla-Medallo” que Shakira y la Bichota lograron en su colaboración.

Un viaje entre épocas

Más adelante, una versión renovada de Don't Bother y la emotiva Acróstico crearon una atmósfera íntima en la que la cantante abrió su corazón, recordando lo complicados que han sido los últimos tres años. Pero ese momento reflexivo dio paso al dinamismo de temas como Copa vacía, La bicicleta y La tortura, que pusieron a todos a bailar antes de que sonaran los primeros acordes de Hips Don’t Lie.

La gran sorpresa de la noche fue la aparición de Maluma, quien se unió a Shakira para interpretar Chantaje, esta vez con un toque salsero que encendió aún más a los asistentes. El 'Pretty Boy' fue más que un invitado: cantó, bailó salsa con ella y compartió un momento único que cerró con una ráfaga de hits como Addicted to You, Loca, Soltera y Única.

Ya hacia el final, Shakira volvió a sus raíces con canciones como Ojos así y Pies descalzos, sueños blancos, reviviendo a aquella joven soñadora que, desde sus inicios, estaba dispuesta a conquistar el mundo.

Para despedirse a lo grande, Shakira eligió cerrar su espectáculo con una potente secuencia musical que comenzó con Te aviso, te anuncio, envuelta en una vibrante batucada. Luego siguieron Ciega, sordomuda, acompañada por mariachis, Suerte y el infaltable himno global Waka Waka. Como broche de oro, cantó junto a su "manada" el emblemático tema Loba, para finalmente dejarlo todo en el escenario con Bzrp Music Sessions, Vol. 53, cuya fuerza resonó entre las montañas de Medellín.

Tras este segundo concierto —una fecha adicional que se abrió para compensar la reprogramación del show de febrero—, la estrella barranquillera se prepara para iniciar la etapa norteamericana de su gira. El primer show será el 13 de mayo en Charlotte, Carolina del Norte, y el recorrido culminará el 30 de junio en San Francisco, California.