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El crucero AmaMagdalena ha hecho su arribo a Barranquilla, marcando un hito histórico para el turismo fluvial en Colombia. Esta elegante embarcación, que recorre el río Magdalena, busca ofrecer una experiencia de lujo a sus pasajeros, mientras impulsa la reactivación económica y cultural de las poblaciones ribereñas.
Clemente Fajardo, asesor de comunicaciones y estrategias de AmaWaterways, resaltó que la llegada del AmaMagdalena simboliza un momento trascendental en la historia del país. Recordó que desde el incendio del vapor David Arango, ocurrido el 17 de enero de 1962 en el puerto de Magangué, el turismo de pasajeros por el Magdalena había desaparecido. “Desde ese día no hubo más turismo de pasajeros por el río Magdalena, y hoy el AmaMagdalena vuelve a surcar las aguas del río llevando pasajeros, llevando turismo, recorriendo todas estas poblaciones que a lo largo del tiempo se fueron invisibilizando y que hoy recuperan su importancia con la llegada de turistas todas las semanas”, afirmó.
El crucero está diseñado especialmente para turistas extranjeros y cuenta con capacidad para 60 pasajeros distribuidos en 30 cabinas. Fajardo explicó que se trata de un servicio de alto lujo, con una propuesta gastronómica de primer nivel y actividades pensadas para una verdadera inmersión cultural y natural en los territorios que recorre.
“La importancia para las poblaciones del río Magdalena es total, debido a que hemos estado llegando a lugares que no recibían turistas y hoy significa más recursos para esas poblaciones. Hay venta de artesanías, alimentos y también muestra folclórica”, destacó.
Además, subrayó la riqueza cultural y natural que se aprecia desde la embarcación, con una mirada constante hacia el majestuoso río Magdalena. A lo largo de los siete días de recorrido, los pasajeros han quedado maravillados con los paisajes colombianos y el contacto directo con comunidades auténticas.
“Los pasajeros que se montan en este crucero viven una experiencia definitivamente mágica, los transporta al pasado y también le entrega la posibilidad a Colombia de redefinir la cultura, el turismo y todo este tipo de experiencias que teníamos definitivamente encapsuladas”, concluyó Fajardo.