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Los mercadillos navideños vuelven a brillar como el alma de la temporada invernal en Viena, atrayendo a locales y turistas con su ambiente mágico y una oferta diversa que incluye artesanías, delicias culinarias y bebidas tradicionales.
Con un total de 14 mercadillos y más de 800 puestos, la ciudad ofrece una experiencia festiva incomparable. El más icónico se encuentra frente al monumental Ayuntamiento neogótico, el Mercado de Rathausplatz, que destaca por ser el más grande y por contar con una popular pista de hielo que atrae a patinadores de todas las edades.
Un destino igualmente encantador es el mercado frente al Palacio de Schönbrunn, ubicado a unos 30 minutos del centro. Este sitio histórico, antigua residencia veraniega de los Habsburgo, combina su arquitectura imperial con el espíritu navideño, ofreciendo un entorno único para disfrutar de la temporada.
Para los niños, el mercadillo del campus universitario, ubicado en el antiguo hospital clínico, incluye atracciones como una noria y un trenecito, convirtiéndolo en un lugar ideal para familias.
Además de ser una tradición entrañable, estos mercadillos son un pilar económico para la ciudad. Según un estudio reciente de la Cámara de Comercio de Viena, un 71% de los residentes planea visitar al menos un mercado este año, lo que equivale a unas 4,5 millones de visitas estimadas. El gasto promedio por visita ha aumentado a 30 euros, en comparación con los 22 euros registrados en 2019, reflejando el creciente entusiasmo por esta tradición navideña.
Los mercadillos de Viena no solo encarnan el espíritu de la Navidad, sino que también impulsan la economía local, consolidándose como un elemento clave del invierno vienés.