Por considerar que no había "garantías" en el proceso, el expresidente Álvaro Uribe se retiró de la audiencia preparatoria de su juicio.
Es procesado por los delitos de fraude procesal y soborno de testigos.
El expresidente Álvaro Uribe abandonó la audiencia preparatoria de su juicio por fraude procesal y soborno a testigos, argumentando que la jueza Sandra Heredia no garantizaba un proceso justo. La situación se desencadenó cuando su abogado, Jaime Granados, solicitó un aplazamiento de una semana para que un perito pudiera analizar el contenido de los dispositivos del paramilitar Juan Guillermo Monsalve, obtenidos recientemente. Sin embargo, la jueza rechazó la petición, afirmando que los defensores de Uribe ya habían accedido al material probatorio desde el 12 de septiembre, y que aplazar la audiencia podría dilatar el proceso innecesariamente.
Durante la audiencia, el expresidente Álvaro Uribe expresó su descontento afirmando que se le estaba negando un derecho fundamental relacionado con las pruebas necesarias para definir la estrategia de su defensa. Según Uribe, la falta de acceso a un análisis exhaustivo de los dispositivos del paramilitar Juan Guillermo Monsalve afectaba gravemente el proceso, y mencionó discrepancias en cotejos previos de grabaciones, lo que le otorgaba el derecho a verificar los nuevos elementos.
Al sentirse sin garantías, Uribe decidió retirarse de la audiencia tras afirmar que se le estaba adelantando un proceso sin las pruebas necesarias para su defensa. A pesar de la insistencia de la jueza Sandra Heredia para que declarara si se consideraba culpable o inocente, Uribe optó por retirarse, mencionando que presentaría un recurso de queja. La jueza interpretó su retirada como una declaración de inocencia.