Los vehículos autónomos en China están revolucionando el mercado laboral, provocando una transformación significativa en varios sectores.
La rápida evolución de esta tecnología está afectando especialmente a la industria del transporte y la logística
La industria de la conducción autónoma en China está remodelando tanto el ámbito laboral como el tecnológico del país, con la promesa de transformar el transporte y generar un nuevo ecosistema laboral centrado en los vehículos inteligentes y conectados.
Iniciativas como ‘Made in China 2025’ y el ‘Plan de Desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA)’ han impulsado el rápido crecimiento del sector. Sin embargo, todavía enfrentan importantes desafíos, especialmente en términos de superar barreras tecnológicas y regulatorias.
En septiembre de 2020, Pekín inauguró su área de demostración de conducción autónoma, y en marzo de 2023, permitió la operación comercial de servicios completamente autónomos en Beijing E-Town. A finales de 2023, más de 30 ciudades chinas ya habían emitido licencias de prueba en carretera, y Wuhan habilitó 3.379 km de rutas de prueba, beneficiando a 7,7 millones de residentes.
Empresas como Pony.ai han desplegado cerca de 250 robotaxis en ciudades como Pekín, Shanghái, Cantón y Shenzhen, y alrededor de 100 de ellos ya ofrecen servicios de pago en la zona autónoma de Pekín.